En la comarca de la Janda, se distinguen cuatro núcleos reproductores del aguilucho cenizo, los más sureños de Europa. La distancia entre estos núcleos varía entre 10 y 25 km. Alrededor de ellos, otros núcleos comienzan a emerger, formando un complejo puzle de colonias de esta especie en la campiña gaditana.
Partiendo de esta información y basándonos en los conceptos de población y metapoblación, es difícil considerar estas concentraciones reproductoras como poblaciones independientes. Más bien, parecen formar una red interconectada de núcleos cercanos que permite un amplio intercambio de ejemplares, extendiéndose posiblemente a lo largo del valle del Guadalquivir.
En la ecología de rapaces, es importante distinguir entre los conceptos de población y metapoblación, ya que cada uno describe diferentes niveles de organización y dinámicas en la distribución de estas aves.
Población
Una “población” se refiere a un grupo de individuos de la misma especie que viven en una misma área geográfica y están interconectados a través de la reproducción. Los miembros de una población comparten el mismo hábitat y pueden interactuar directamente entre sí, compitiendo por recursos como alimento y sitios de reproducción, y encontrándose para reproducirse.
Metapoblación
Una “metapoblación” es un conjunto de poblaciones separadas geográficamente, pero que están conectadas a través de procesos de migración y dispersión. En el contexto de las rapaces, esto significa que hay varios grupos de individuos viviendo en diferentes áreas, pero hay intercambio de individuos entre estos grupos.
El Palmar: Conexiones y Ejemplares Reproductores
En 2024, uno de estos núcleos, la campiña del Palmar, se presenta como un ejemplo perfecto para entender estas interconexiones entre núcleos cercanos. Esta zona, vital para los aguiluchos, experimentó un declive significativo a principios de siglo, pero ha mostrado una recuperación gradual desde 2018.
Durante esta campaña se localizan 11 nidos diferentes, en ellos aparecen 9 aguiluchos reproductores marcados con anillas de lectura a distancia en su lugar de nacimiento.
El anillamiento es una herramienta muy útil para profundizar entre otros, en aspectos de la biología reproductiva de las rapaces como la filopatría natal, la dispersión de ejemplares o la fidelidad reproductora. Un hándicap del anillamiento es la necesidad de realizar un esfuerzo grande y estandarizado para conseguir obtener recuperaciones de aves (lectura de ejemplares) y su sesgo sistemático al no realizarse los mismos anillamientos en las diferentes colonias. En nuestro caso contamos con núcleos con un porcentaje elevado de anillamientos y posteriores lecturas que ofrecen una información parcial muy relevante.
De los 9 ejemplares, 4 son nacidos en esa misma campiña en el año 2021, 3 machos y una hembra:
- M5H – hembra nacida en 2021, presente en 2023
- M5J – macho nacido en 2021, presente en 2023
- L9M – macho nacido en 2021, presente en 2022
- M5P – macho nacido en 2021, presente en 2022 y 2023
Dos ejemplares machos proceden de otro núcleo jandeño, Tahivilla.
- M53 – nacido en 2021, presente en 2023
- L8J – liberado en el hacking de 2019, presente en 2023
Un ejemplar hembra procede de la campiña de Benalup, un núcleo en el que desde 2021 no se registra la reproducción de la especie.
- L95 – nacida en 2020.
Los otros dos ejemplares proceden de un núcleo más occidental externo a la comarca de la Janda, la campiña de Puerto Real.
- N58 – hembra nacida en 2023
- JRF – macho nacido en 2015
Además de la información obtenida mediante anillamientos, los ejemplares marcados con GPS muestran que visitan periódicamente colonias cercanas a su lugar de reproducción, evidenciando una interconexión constante.
Esta información subraya la dificultad de trazar límites claros entre poblaciones, núcleos reproductores o una metapoblación interconectada. Sin embargo, destaca la importancia de gestionar adecuadamente estas “subpoblaciones” para que sigan actuando como fuentes de dispersión, cruciales para la persistencia de la metapoblación. Evaluar las tasas de extinción y recolonización puede ayudar a identificar áreas críticas que necesitan intervención.